Es raro volver.

Obvio que ir para Argentina significa casa, amigos, mi mama y mi hermana, mis abuelos. El barrio, pasear por Palermo que tanto me gusta, sambayon, fernet, en fin, jugar de local.

Pero despues de 15 dias de esta vida sin laburo, de ir de un almuerzo a un helado a una cena a por una cerveza, a uno ya le vienen ganitas de volver… a casa?

Y si diria que si, lo primero que dije mirandolo a Juan cuando el avion aterrizo en Kuala Lumpur fue «ahora a casita».

Porque acá en Kuala Lumpur, tambien significa casa, nuestro dpto, mis libros, mis amigos, el laburo, las mezquitas, el calor, las lagartijitas, la comida siempre barata y a toda hora, no sentirse que jugas de local pero tampoco de visitante.

Que sensacion rara!

Al final casa es donde el Corazon está, y el corazón puede estar en muchos lados. O no?

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